Y estamos a punto de cerrar este año el 2019. Para nosotros un año de mucho trabajo. Por nuestras manos han pasado muchas patatas, cebollas, ajos, tomates, zanahorias, naranjas, plátanos, peras, mieles, chocolates, infusiones,… tantas cosas. Hemos contestado muchos correos, hemos preparado muchos pedidos y os los hemos entregado. También nos habéis contando que este tomate, o aquella zanahoria no había llegado bien y hemos repuesto productos y hecho devoluciones…Hemos recibido muchas sonrisas, y palabras amables, también alguna regañina y crítica pero no recuerdo ninguna que no se haya hecho desde el cariño, o tal vez si no ha sido así se nos ha olvidado, la verdad.
Quiero que tengáis en cuenta que somos una gran “Maquinaria humana”, una gran rueda formada por muchas personas y que generamos energía y movimiento, alimentados por el agua, el aire, la tierra, la confianza, la ilusión y las ganas de un mundo mejor. ¿Hacia dónde? Hacia un mundo donde las personas importen y su cuidado, hacia un mundo en el que nuestra tierra importe y su cuidado. ¿Queréis que lo sigamos intentando?
Todo esto no es fácil, cuando le quitas “los plásticos a la realidad” está más expuesta para lo bueno pero también para lo malo. Pero creo que debemos vivir sin envoltorios.
La semana que viene y la siguiente pararemos nuestro reparto normal, todos necesitamos parar, respirar, tomar un poco de distancia, e incluso perspectiva para seguir.
Queremos repensarnos, porque lo que hacemos nos parece muy importante y queremos hacerlo mejor. Necesitamos pasaros una pequeña encuesta para que sigamos todos sumando. Por favor cualquier cosa que se os ocurra compartirla, contadla,…esta es la única manera de que este humilde canal funcione para tod@s.
Deseamos de corazón que estos días os sirvan para descansar, para disfrutar de lo importante, para “tomar tierra”, ponernos en contacto con ella y seguir aprendiendo a “quitar envoltorios y distracciones de nuestra vida”.
Me tomo la libertad de mandaros la postal navideña de una de nuestras huertas más queridas. De ahí vienen las cebollas por ejemplo que habéis estado cocinando, que han formado parte de vuestros platos y que estoy convencida de que terminan formando parte de nuestros cuerpos y nuestras almas. “Somos lo que comemos”.